Censura en redes sociales. Manipulación y control masivos.

En este extenso artículo voy a volcar mis opiniones, que a su vez beben de otras fuentes y opiniones (no estoy inventando ni creando nada), sobre la censura y el adoctrinamiento social y mental en un tipo de pensamiento “políticamente correcto”. Me fijaré en Facebook (FB) y las redes sociales porque parecen un ejemplo muy claro, pero se puede extender a los medios de comunicación e información masivos, el cine, el ocio, el entretenimiento, la educación y por supuesto el discurso político imperante. Este fenómeno, que parece un tanto anecdótico y hasta folclórico, forma parte a su vez de un nivel de adoctrinamiento superior que busca una nueva forma de control estricto y de manipulación para toda la especie humana y a escala global, en la era digital, controlada por grandes élites financieras, que a su vez dominan a las élites políticas y gobiernos nacionales, tanto de izquierdas como de derechas. No se puede entender la censura ni el adoctrinamiento en la corrección política si a su vez no se entiende la manipulación social en un nivel macro, que incumba a la política nacional/mundial, la economía, las relaciones humanas de todo tipo, y la implementación de este programa mediante los canales adecuados, sobre todo internet. También pido disculpas anticipadas si en algunos momentos me repito, hago digresiones o parezco poco claro. Se trata de hablar sobre conceptos tan amplios y complejos que resumirlos con eficacia y orden es difícil, al menos para mí.

Llegados aquí, esto ya “hiede” a conspiración y a delirio conspiranoico. Si piensas así me parece perfecto. Te diré lo contrario de lo que te dice el político al que votas: no me creas. No creas nada de lo que te diré. No creas a nadie ni te fíes de nadie. Valóralo todo y desconfía de todos. Desconfía tanto de lo que te cuento ahora como de la basura que te dan todos los días en el telediario. Recela, busca, investiga, sopesa, pero no te comas lo que te echen en el plato sin pensar. Hace unos dos milenios y medio los filósofos griegos abandonaron el sistema de creencias mitológico y mistérico para tratar de entender el mundo mediante la razón. Ese es un regalo invaluable que aún debemos usar: el sentido crítico y el uso de la fría razón. Si en algún momento crees que estoy equivocado, que exagero, que no tengo ni idea… ¡perfecto! Pero no lo creas solo porque te lo diga tu político, tu presentador de telediario ni tu youtuber favorito. Desconfía de ellos tanto como de mí, desconfía incluso de tus propias emociones (el mejor modo de manipulación es el emocional) y usa tu sentido crítico siempre.

A lo largo del artículo verás imágenes de libros que conviene leer porque ayudan a liberar la mente. A mí me ayudaron, pero tú puedes elegir los tuyos. Hay libros muy grandes que pueden hacerte arder y luego sacarte de las cenizas convertido en un fénix. Este tipo de libros son las mejores armas para luchar contra el adoctrinamiento; serán las murallas que impedirán al manipulador tomar por asalto el castillo que es tu mente. Libros como este:

Empecemos: cuanta más libertad supuestamente tenemos para expresarnos en internet, tenemos menos libertad para expresarnos en internet. Esta es una paradoja extraña y, como todas las paradojas, parece imposible si nos atenemos a su definición superficial. Pero las paradojas, incluso en el campo científico (que se lo digan a los físicos cuánticos) tienden a cumplirse. De hecho, en este universo la paradoja parece un valor seguro.

La censura existe en las redes sociales, en la televisión, cine, cómic, en los medios de comunicación… Y esta censura hedionda basada en ese pozo fecal sin fondo de la estupidez humana llamado “corrección política”, no hace sino aumentar. Los ejemplos se multiplican. No he sufrido mucha censura en redes porque no suelo meterme en temas políticos o sociales, pero sé de gente a quienes les suprimen comentarios, cierran páginas, canales, etc. De hecho, para hablar con completa libertad en redes vas a tener que pagar el peaje de que te amonesten y te cierren tu cuenta o eliminen tus comentarios, de vez en cuando. Porque el adoctrinamiento va a más y se necesita ejercer más presión.

Lo último fue esto: en un grupo de FB dedicado a la literatura pulp y sus incontables hijos bastardos, se daba el caso de que tratábamos la obra del actor Bruce Willis. Llevado por mi espíritu burlón y bufonesco, colgué una de las imágenes icónicas de la película La jungla de cristal 3 (Die hard 3). Este fotograma:

Ingenuo de mí, no esperaba que ipso facto la imagen fuera censurada y que además me clausuraran la cuenta durante 24 horas por fomentar “mensajes de odio”.

No perderé el tiempo diciendo que no soy racista ni odio a los negros ni a los blancos ni a ningún otro color, ni diciendo que uno debe fijarse en el contexto, una película de acción y diversión que todos conocemos y que no tiene nada de racista. Todo ese etcétera justificativo da vergüenza ajena. Tratar de justificarse de este modo cuando atacan tu libertad de expresión de un modo tan burdo me parece denigrante. No es la víctima de una violación quien debe pedir disculpas, sino el violador. Son los censores de FB los que deberían pedirlas.

Este tipo de censura va a más, no se trata solo de algo puntual o exagerado, sino de un patrón o modelo social que se está aplicando a rajatabla. Este modelo de censura se extiende sobre un mar de medios de comunicación, grupos políticos, grupos de opinión, colectivos y simples opinadores que, lejos de argumentar, directamente crucificarán al rebelde e impertinente con todos los medios a su alcance (que son muchos, y poderosos). Quieren que el censurado se convierta en un elemento peligroso, nocivo, tóxico, que debe ser apartado y expulsado, a quien no se le puede ni siquiera dar el derecho a explicarse. Esto no es ningún juego, esto va a ir a más porque lo que se apuesta es el control entero de la forma de pensar de la población, la manipulación social a una escala nacional y global. Quien está detrás de esto está determinado a destruir la libertad de expresión y la argumentación racional. Y no se va a detener.

Hay batallas que deben darse, independientemente de que se ganen o se pierdan. La libertad no es algo gratuito, hay que pelearla, hay que luchar por tenerla y conservarla porque alguien te la intentará quitar tarde o temprano, y además intentarán hacerte creer que eres tú el equivocado y, sobre todo, el malvado. No solo quieren silenciarte, sino además hacerte sentir culpable. De tal modo, y mediante el chantaje moral, tú serás el que ejerza tu propia censura sobre ti mismo, y eso creará nuevos hábitos, modos de pensar y caminos neuronales, que no habrás elegido tú, sino que te habrán impuesto desde fuera. Esto se ha hecho siempre en todas las sociedades, que en su conjunto buscan siempre aplastar y sofocar el individualismo para que el individuo se amolde a la masa. No es nuevo, es viejísimo. Antes se aludía al patriotismo, el nacionalismo, la pureza de la raza o el orden social; ahora se alude a la justicia social, la paz social, la igualdad, la libertad para los oprimidos y las ideologías de género y de identidades (sobre todo sexual y racial). Pero el fondo es lo mismo: control mental y dominio del individuo para obligarle a pensar tal y como a las élites intelectuales y políticas les dé la gana.

Se gane o se pierda, creo que hay que poner un mínimo granito de arena en esta lucha. No debemos ser como el esclavo de la casa romana, el que quiere al buen amo que le cuida y le dice cómo pensar, sino como el esclavo de campo rudo y peligroso que a las primeras de cambio escapa y tiene detrás a los guardianes. Leónidas sabía que iba a morir en las Termópilas, pero aun así siguió a pie firme. La mayoría no tenemos el coraje de los espartanos o de los esclavos que se fugaban (o quizás nos han educado para no tenerlo), pero sí deberíamos tener algo más de guerreros y estar dispuestos a no agachar la cabeza, aunque no haya posibilidad de victoria. Porque a veces la victoria consiste en no rendirse y en mantener la independencia crítica. Sostenerse en valores propios sabe mil veces mejor que vivir con comodidad bajo los valores de otros.

En primer lugar, hay que desnudar a esta puta vieja y asquerosa que es la censura de Facebook y el resto de redes sociales, hay que quitarle la máscara y mostrarla tal y como es. Porque viene disfrazada de joven hermosa, ingenua, sabia y bondadosa, o mejor dicho, viene disfrazada de madrecita buena que nos va a guiar en este camino de vida y que nos va a reprender con amor para que no seamos unos chicos malos. Pero de madre amorosa no tiene nada. Como siempre, lo que hay detrás es feo y antiguo: esclavitud intelectual y control social. Vamos a desnudar a la bruja maloliente y mostrar sus vergüenzas, para que no engañe a nadie.

A estos censores que se amparan en la corrección política, la justicia social, la defensa de los oprimidos y todos estos términos pomposos y rimbombantes, no les importan nada ni los negros, los homosexuales, las mujeres, los pobres, los oprimidos, la especie humana y cualquier tipo de justicia social. Lo que la arpía infecta esconde es el ansia de control y poder. Para ello, se trata de separar a la especie humana en dos mitades: opresores y oprimidos. No hay más. Solo eso: opresores y oprimidos. Y sobre esta dualidad básica existe una entidad angelical y divina, que es la élite política, intelectual y moral, que dará a cada bando lo que cada bando necesita: a los opresores: el castigo y luego el perdón. A los oprimidos: protección y seguridad.

El objetivo es controlar lo que dices, cómo lo dices, cómo te comportas, cómo actúas, tanto en lo público como en lo privado, e igual que los perros de Pavlov, fijar una conducta mediante métodos de castigo y recompensa. Tú debes salivar cuando oyes la campanita que ellos hacen sonar, y para ello hay una gigantesca maquinaria de medios de comunicación, redes sociales, leyes, normas y otros instrumentos de adoctrinamiento. FB o TW son solo dos herramientas más en la labor de control mental de la población. Y ese control ha de ser más duro ahora (y a la vez más astuto), porque ya no estamos en la Edad Media, ahora el ciudadano tiene mayor capacidad decisoria al tener un acceso gigantesco a todo tipo de información. De ahí que, al tener mayor capacidad de informarse, la presión para que piense en un solo sentido concreto debe ser mucho más fuerte. Los hierofantes de la sabiduría moral imparten sus lecciones de pensamiento correcto y las grandes empresas y corporaciones (FB una de ellas, Disney, Netflix, y muchas más) ayudan a implementar el adoctrinamiento.

No se confundan: esto no va de izquierdas o derechas, centro, arriba o abajo, ni nacionalismos. Todas estas mafias ideológicas están metidas en el ajo y son cómplices. De hecho, el que te partas la cara por tu líder discutiendo con los seguidores del otro sirve para el mismo fin de control mental. Es necesario que estés distraído. Debes dirigir tus energías a una lucha política en una partidocracia de políticos nobiliarios feudales. Ellos son la nueva nobleza, la nueva aristocracia: tienen distintos regímenes fiscales y judiciales a los tuyos. No son tus iguales ante la ley. Nadie les pide en conjunto cuentas de nada porque tienen una parroquia de fieles hooligans que van a luchar para salvarles la cara con la excusa del “y el tuyo más”. Los líderes ni siquiera respetan las normas que ellos sí te imponen a ti. Ellos roban, saquean, mienten, se corrompen y manipulan, y después se permiten el lujo de dar lecciones morales, ideológicas y patrióticas. El ejemplo que ofrecen es de alcantarilla, y que me perdonen las ratas. Para los nobles feudales políticos de hoy en día tú eres solo un voto y la carne de cañón que lanzan a pelear contra los del bando contrario, mientras se enriquecen y viven cada vez mejor, gracias a un continuo saqueo (es decir, impuestos). Cada vez eres más pobre, tienes menos libertad, y ellos cada día son más ricos, viven mejor y hacen lo que se les antoja. Sé que parece un cliché, pero esto es así porque no es cosa de un partido o un grupo o unos pocos garbanzos negros, es un sistema coyuntural que promueve la corrupción y el enriquecimiento, y el político que intente cambiarlo será destruido por sus propios compañeros de filas.

Eso también forma parte de la gran manipulación a la que nos someten: separarnos y convertirnos en enemigos letales gracias a identidades ideológicas. Pero en el gran adoctrinamiento están implicados tanto intereses estatalistas como capitalistas; comunistas y neoliberales se dan la mano para repartirse mejor el control y el poder sobre la gran masa. Millones de dólares y euros circulan en transacciones entre cuentas privadas y públicas, entre supuestos defensores del proletariado y ejecutivos billonarios de mega corporaciones. Las reglas han cambiado y ahora los poderes en el pasado antagónicos se alían para lograr un poder global sobre ti, el individuo. Dictaminan cómo has de pensar para después señalarte qué debes votar y qué debes comprar. Yo no estoy en contra ni de la democracia ni del libre mercado, considero ambos casi imprescindibles, pero tanto una como el otro tienen parásitos que se alimentan de la ingenuidad (o quizás estupidez, casi siempre cobardía intelectual) de las personas, y que como buenos parásitos, no dejan de engordar y crecer, infectando y empobreciendo a su huésped, que es la sociedad en la que vivimos. Lo que vivimos ni es una democracia verdadera ni una verdadera libertad económica. Es una inmensa bola de estiércol untada de nata y caramelo para que te la comas día tras día.

El objetivo del Culto a la Corrección Política y sus hierofantes es en primer lugar dividir, separar y fomentar el recelo, la desconfianza y por último el odio entre los integrantes de la especie humana, sea cual sea el color, sexo, orientación sexual o cualquier otro factor importante. Los seres humanos somos distintos pero a la vez somos muy parecidos, y si nos damos cuenta de ello se le acabó el negocio y el chollo millonario para chiringuitos y colectivos y lobbys y ministerios y consejerías, secretarías, subsecretarías y un enjambre de enchufados y vividores por completo inútiles, carísimos y arrogantes, políticos de carrera, niños de teta del partido, que han hecho de la diferenciación y la lucha entre identidades la bicoca y el negocio del siglo. Se trata de que los negros desconfíen y odien a los blancos, los blancos odien a los negros, las mujeres teman y odien a los hombres, los hombres desconfíen de las mujeres, los homosexuales de los heterosexuales, y así por los siglos de los siglos, amén.

Se trata de dividirnos en categorías, etiquetas, divisiones y divisiones de divisiones, y además separarnos cada vez más. Color, sexo, orientación sexual, etc. Cuantas más divisiones y subdivisiones y etiquetas distintas, mejor. Cuantos más grupúsculos incompatibles haya en la sociedad y más desunidos nos sintamos como individuos de una misma especie, más fácilmente podrán manipularnos y controlarnos.

El segundo paso es la generalización: una vez divididos en mil identidades, categorías y subcategorías, se generaliza un comportamiento y un pensamiento muy concreto en TODOS los individuos asignados a una sola categoría. Así, todos los hombres son EL HOMBRE, todas las mujeres son LA MUJER, todos los latinos/negros/blancos/orientales… son UNO SOLO, etc. De tal modo TODOS los individuos pertenecientes a un grupo o subgrupo son culpables, inocentes, víctimas, oprimidos, opresores, etc. Todos. No existe la presunción de inocencia. El individuo no existe y por tanto tampoco existe la libertad personal porque todo lo que hacemos está condicionado por la etiqueta que nos han puesto. Tú, como hombre blanco, eres culpable de los crímenes de otros hombres que vivieron hace un siglo, en un lugar distinto. Y eres totalmente culpable, ahora y siempre, de lo que hicieron solo porque los sacerdotes del orden social te metieron en esa etiqueta. Y si eres mujer, ya puedes ser millonaria e independiente, que eres una víctima ahora y siempre y debes sentirte como una víctima ahora y siempre. Tu individualidad ha sido borrada y eliminada. No eres un ser concreto con una historia concreta. Solo eres un número en el conjunto y una célula en un cuerpo, y todos los números y todas las células son iguales entre sí. Una vez integrado en nosotros mensajes de este tipo, es muy fácil manipularnos y adoctrinarnos porque uno debe comportarse como se supone que debe comportarse porque “así es”.  Cree todo este delirio totalitario e irracional, intégralo en tu visión del mundo y ¡ale hop!, ya estás totalmente jodido, manipulado, sumiso y dominado, desde el nacimiento a la tumba. Repito para que quede claro: a los ideólogos de toda este adoctrinamiento se les da una higa la igualdad, la justicia y toda esa parafernalia bonita. A lo mejor los peones, los afiliados de bajo nivel de partido, los becarios y los tontos útiles ingenuos  sí se lo tragan enterito. Pero los líderes e ideólogos solo quieren esclavos sumisos y no sienten dudas ni compasión.

El tercer paso (que se alimenta del segundo) es la asignación de valores morales a unos y otros grupos. No se trata solo de colores o formas, pues el amarillo o el azul tienen ambos el mismo valor moral (ninguno), igual que lo tienen un triángulo o un cuadrado. Las categorías, divisiones, grupos e identidades deben tener una valencia positiva o negativa moral de bondad o maldad. No es raro oír en ciertas personas afectadas de cierto tipo de cretinismo que los hombres son peores que las mujeres, o viceversa. Lo mismo en materia de colores, orientaciones sexuales, o lo que sea. Lo que nos prueba tanto la historia como nuestra experiencia personal es que la maldad, la bondad, el sadismo, la generosidad, la traición, la honradez, el egoísmo y todas las otras virtudes o defectos morales, son comunes a todos los individuos de la especie humana, y que deben ser juzgados individuo a individuo y momento a momento. El comportamiento moral es algo tan complejo que solo un lerdo tamaño XXL es capaz de declarar que una persona que no conoce de nada es mejor o peor que otra que tampoco conoce de nada, solo por su género o color. Pero este mensaje está calando, esta grandísima mentira, porque bien saben los totalitarios que una mentira repetida mil veces es aceptada como verdad. Y esto da prueba también de la vastísima manipulación mediática y social a la que estamos siendo sometidos, y de la cual participa la censura en redes sociales de que hablaba al principio.

Lo que quieren es que tu concepción de la convivencia humana esté impregnada de dos emociones: miedo y culpabilidad. Y que no salgas de ahí. Los oprimidos deben sentir miedo y los opresores deben sentirse culpables. Vivimos un tiempo de libertad de elecciones personales sin precedentes, y por ello el discurso va en la línea contraria: la mujer, el negro, el homosexual, etc. deben sentirse siempre víctimas y victimizados, viviendo en el terror hacia la otra gran parte de la humanidad: el varón blanco, heterosexual, por ejemplo, aunque ahora también están metiendo al blanco homosexual. El cual, a su vez, debe sentirse siempre culpable no por sus acciones, sino única y exclusivamente por una identidad biológica que no puede controlar. Los oprimidos jamás dejarán de estar oprimidos, incluso aunque gocen de discriminación positiva o ayudas estatales. Y los opresores jamás dejarán de ser culpables, y no hay expiación. El miedo y la culpa son los códigos que intentarán siempre marcarte a fuego en tu mente. Y esto nunca se acaba. Por ello es importante en primer lugar conocerlo, saber cómo funciona y lo que te están haciendo día tras día. Y no aceptar este chantaje, como no se debe aceptar ningún otro chantaje.

Entonces… ¿por qué se hace esto? ¿Qué ganan las élites morales, políticas y económicas con este jueguecito psicológico masivo? Pensemos: tenemos millones de seres humanos en los lugares más prósperos del planeta, cada vez más divididos en grupos y categorías, que desconfían y se odian entre sí, que están cada vez más separados, y encima sin libertad personal para cambiar nada porque su propia categoría dicta su comportamiento… Tenemos a millones de personas pasivas y no activas, ciegas, mudas, atadas, sin libertad, sin personalidad, sin capacidad moral propia, víctimas de fuerzas sociales y  biológicas… ¿Qué puedes hacer? ¿Cómo escapar? ¿Cómo recibir el perdón de tus pecados (si eres opresor) o la protección (si eres una víctima)? ¿Quién te salvará?

Se impone un coro celestial y una luz dorada que viene desde las nubes, y unos ángeles bienhechores bajan desde los cielos mientras tú te arrodillas y con lágrimas de gratitud recibes a los Dioses del Pensamiento Correcto… A los políticos, líderes sociales, ejecutivos, empresarios y demás seres divinos que te van a salvar y te van a llevar de la manita en este mundo cruel. Ellos te van a proteger de los malvados, ellos te darán el perdón que buscas, la paz mental, te empoderan, te dan leyes de discriminación positiva, crean cupos porque tú eres incapaz de competir en igualdad de condiciones, convierten a los héroes blancos en negros para que tú veas que también puedes ser como ellos, impiden que nadie te ofenda en los debates universitarios, protegen tus lindas orejitas de cualquier discurso maligno, convierten a los héroes machos en hembras para que veas que tú también puedes ser tan fuerte como los varones, te dan subvenciones, pagas, te ofrecen trabajo porque eres incapaz de encontrarlo, te conceden el perdón por haber nacido con un gen XY violador, te dicen que debes acabar las palabras con una @ o una X y hacerte un lío al hablar con lenguaje inclusivo, te comentan sobre la justicia social y un futuro maravilloso… Y mientras, tú te arrodillas y les besas los pies a estos ángeles salvadores, y suenan arpas y un coro vibrante de castratis. Y te sientes muy orgulloso de tu identidad racial, sexual, o cualquier otra que ellos se inventan, te sientes de eso más orgulloso que de la humanidad que te une a los de otras identidades. ¿Qué han obtenido de ti? Una sumisión completa y absoluta, necesaria para seguir parasitando, para enriquecerse y vivir una vida de lujos que tú no puedes ni soñar, a costa de tu trabajo y el sudor de tu frente, y además dándoles las gracias por cuidarte. Al beneficio económico, jurídico y social se une la droga del poder y una necesidad demoniaca y patológica por recibir adoración. Eso es lo que obtienen. Y nunca te van a dejar en paz porque son insaciables. Nunca conseguirás ni la justicia social perfecta ni la seguridad perfecta ni el perdón perfecto ni la paz mental. Porque para que este adoctrinamiento continúe tú debes sufrir siempre, aplastado bien por el miedo, bien por la culpa, o por ambas cosas. El día que ya no los necesites lógicamente olvidarás sus mensajes y… ¿qué van a hacer si solo saben vivir de este timo masivo? No pueden dejarte escapar. Tú eres la vena cuya sangre deben succionar día tras día. Ellos crean tu problema y luego te dan una solución que no funciona, y vuelven a señalar el problema y la solución estúpida, en un ciclo sin fin… Solo puedes escapar cuando empiezas a entenderlo. El auténtico enemigo no son ellos, sino tu ignorancia y tu ingenuidad.

Por supuesto, los ángeles bondadosos se convierten en arcángeles inexorables, desenvainan sus espadas y cortan las cabezas de hidra y dragón de los malvados fascistas, racistas, machistas, homófobos y demás monstruos que no deben tener cabida en este paraíso celestial. Ellos son el error en su ecuación perfecta y deben ser exterminados. Censura, ostracismo, malas miradas, malas opiniones, recelos, ser considerado un bicho raro, y en casos extremo incluso condenas legales.

Además, ni siquiera los creyentes se salvarán. Primero los heterosexuales eran los machistas, pero ahora también los homosexuales son machistas, por el inmundo pene con el que nacieron. Y de igual modo, ya no todas las mujeres son compañeras de sororidad, sino que también hay colaboracionistas del malvado patriarcado, que deben ser perseguidas por traidoras. El control social no tiene saciedad y siempre busca nuevos enemigos, nuevas separaciones, más y más subgrupos y subcategorías. Los aliados de ahora serán los enemigos del mañana, y por mucho que imploren serán señalados y sufrirán el castigo. Decía Solzenitsin que en la Unión Soviética se castigaba también al inocente, porque para el Estado nadie era inocente, y además así se conseguía un terror social mayor. Los hierofantes de la corrección política también castigarán tarde o temprano a sus propios acólitos.

La historia de la humanidad es una lucha eterna entre el individualismo y el control del grupo (familia, religión, sociedad, partido, Estado…). De verdad que nada ha cambiado en el fondo. Pero ahora las apuestas son más altas y la tecnología lleva el juego a niveles de una altura asombrosa.

Algunos pueden pensar: muy bonito todo este rollo, ¿pero tiene algo que ver con un cartel de una película de Bruce Willis?

Sí, porque uno de los mayores escollos del nuevo orden y control moral es el arte y la obra artística y creativa. Cine, música, comics, literatura… El arte siempre tuvo patente de corso para escandalizar, indignar y atacar todo lo establecido y lo moralmente estable. El arte es un bufón. El bufón se ríe del culo gordo de la reina o del grano en la nariz del rey porque él es el bufón y puede hacerlo. De hecho, el rey y la reina se lo toleran al bufón, pero nunca a ningún caballero, porque el bufón tiene la función social de señalar las vergüenzas del poder. El arte es el azote del poder, y además utiliza armas sutiles y encantadoras, como la belleza, la ironía, el sarcasmo, la inteligencia y el puro genio, armas contra las cuales el poder rudo y grosero no puede competir, salvo con la coerción violenta. La broma del bufón podía destruir la reputación de un caballero ante todos, mucho más que el insulto directo de otro caballero. Porque el bufón provocaba la risa de todos, y la risa es lo que el poder más teme. Ante la risa, el poder no puede hacer nada. No es casual que muchos colectivos feministas quieran prohibir de inmediato cierto tipo de chistes… Odian y temen el sentido del humor porque odian y temen al bufón que osa reírse de todo y de todos, incluidos sus delirios. ¿Recuerdan la escena de Pijuz Magníficuz de La vida de Brian? Ni siquiera los soldados pueden contener la risa. El poder manipulador odia esa risa incontenible y tratará de erradicarla mediante la prohibición.

El arte y la capacidad creativa, al usar todas esas armas sutiles, encantadoras, profundas y fascinantes, es capaz de hacer resquebrajar y hasta desmoronarse todo adoctrinamiento del poder de turno. Los sacerdotes de la corrección política quieren censurar con ira calvinista los libros, comics, cuadros, películas y fotogramas de películas… Están desvalidos ante el poder devastador del arte, porque el arte fascina, hechiza y enamora, mueve fuerzas profundas en el ser humano, más profundas y fuertes que las mezquinas tonterías que el censor promulga, y además el arte puede introducir la duda en la mente del creyente.

Otra cosa que teme y odia el censor políticamente correcto es la argumentación racional y crítica. No discuten, sino que vomitan consignas y frases hechas, todas superficiales como un charco. Sus generalizaciones y dogmas no resisten ningún debate serio. Pero son astutos y se valen de las emociones, no de la razón crítica. Como ya se dijo, buscan hacer sentir culpabilidad o miedo, pero nunca desean que las personas construyan argumentaciones frías y racionales. La razón es su enemiga. Es fácil manipular mediante la emoción, pero difícil mediante la razón. Medias verdades, generalización, falacias de todo tipo, tomar la parte por el todo y el todo por la parte… Son muy hábiles para promover chantajes morales y disyuntivas del tipo “O eres X o eres Y”, sin término medio. Por ello, aunque se pongan al principio la máscara de la razón, al final acaban en el insulto y la descalificación personal con alguna palabreja acabada en “ista” o “fobo”,  acompañada de muchas exclamaciones.

Sobre todo, quieren instaurar el tabú. Una vez que seas marcado con algo acabado en “ista” tu palabra es tabú. El tabú es algo de lo que nadie en la tribu puede hablar, ni tan siquiera pensar. No se puede abordar con la razón, simplemente NO SE DEBE. Mediante una maquinaria mediática gigantesca imponen sus propios dogmas y tabúes inatacables por la razón, y el que ose abordarlo será castigado, expulsado o incluso ejecutado. El solo hecho de disentir es señal de que eres un demonio horripilante al que se le debe negar la palabra, el pan y la sal. En realidad, todo esto de la censura de un fotograma o una palabra o una expresión es algo muy atávico, muy de las cavernas o de Salem, cuando los puritanos quemaban a las brujas. Hay fuerzas oscuras y viejas en todo esto, aunque se vistan de progresía moderna y de justicia social (sea lo que sea esto). Son lo más retrógrado, rancio y maloliente de la especie.

Ejemplos de tabúes. Palabras como “negrata” o “maricón” equivalen a una censura del comentario en Facebook. Son palabras de uso cotidiano, muchos homosexuales se llaman maricones entre sí y muchos negros se llaman negratas entre sí. Hace poco un presentador de la telebasura clamaba que su programa era para “rojos y maricones”. Y él era homosexual. Pero la censura siempre va en contra de la calle, para imponerse al lenguaje de la calle. Para los medios masivos y las redes estas palabras son el nuevo tabú, pues ya no importa el contexto ni el sentido. Creo que si mañana escribiera en FB:  No me gusta la palabra “maricón”, me calzarían una censura inmediata y un castigo de 24 horas, por malo. Es la censura más tosca porque ya ni siquiera la realizan humanos, sino algoritmos ciegos. Como es imposible controlar a millones de personas, directamente usan algoritmos de palabras. Tras miles de años de civilización, el tabú ha alcanzado su máximo exponente, su perfecta eficacia en la era digital.

Lo que más temen los ideólogos del nuevo orden social es que, por ejemplo, un negro y un blanco intercambien chistes racistas de blancos y de negros mientras se toman unas cervezas y se ríen de ellos, y no digamos ya que lo hagan en comentarios de Facebook o Twitter. Esto sería un torpedo en la línea de flotación porque demostraría que antes que blancos o negros o árabes o chinos o lo que sea, los seres humanos son seres humanos unidos por su humanidad, que pueden reírse de sí mismos y del mundo en el que están. Ya no necesitan ningún padrecito bueno que les defienda ni que les dé el perdón. Ya no necesitan al poder exterior porque ya son poderosos. Son libres para pensar y reír. Y esto es la mayor pesadilla de quienes ahora intentan que tu mente funcione exactamente con el camino neuronal que ellos diseñan, y que tú seas el perro de Pavlov que saca la lengua al oír su campanilla. Su pesadilla más terrible sería que cualquier persona (sin importar el color de su piel) viera el cartelito que lleva Bruce Willis en la peli y se riera de lo ridículo que es, o que no le importara porque está en un contexto que no es nocivo ni dañino. Eso significaría que se es una persona con criterio, capaz de decidir, no un esclavo de un adoctrinamiento y una censura diarias, y esa es, repito, la mayor pesadilla del censor y sus superiores. Tu capacidad crítica es su miedo.

Y por si todo esto fuera poco, vayamos a un nivel aún superior. No se puede entender el adoctrinamiento moral en un sistema de opresores/oprimidos, basado en identidades enfrentadas, si no se entiende un adoctrinamiento aún mayor, a escala global. Abróchense los cinturones. Pongámonos conspiranoicos.

Una élite mundial de empresarios gigantescos y mastodónticos, por ejemplo George Soros de Open Foundation o Larry Fink de Blackrock,  entre otros, son ahora mismo los reyes del mundo. Olvídate de tu ideología y los políticos a los que votas. En esta superélite económica están los que planifican y deciden directamente quién gobierna en tu país, qué vas a leer cada día en tu periódico, qué vas a ver en tu telediario y qué puedes o no decir en redes sociales, y por supuesto influyen para decidir qué vas a pensar y cómo lo vas a pensar. Su finalidad es un control total del individuo para dominar por completo la economía mundial. Son parásitos nivel +10.000. Son los caballeros de la Tabla Redonda del poder mundial. Solo por poner un ejemplo, Blackrock es la mayor empresa de fondos de inversión del mundo, controla la mitad de los fondos de EEUU y tiene el contrato para gestionar los programas de estímulo financiero de la Reserva Federal (el órgano PRIVADO que decide cuántos dólares se crean y circulan por el mundo, y por tanto decide la economía mundial). Blackrock es el accionista mayoritario en España del Banco Santander y el BBVA, los más importantes; y como en España, extiende su poder económico y político en el resto de los países. Estos super-ultra-mega millonarios dominan la economía a escala global y por tanto la política a escala global y nacional, también. Los partidos políticos de izquierda o derecha del primer mundo, si quieren gobernar y llegar a algo, tienen que obedecer a esta élite Superfinanciera, que a su vez tiene sus propios sicarios en cada país. ¿Por qué? Porque tienen el control sobre dos cosas: los mercados financieros y los grandes medios de comunicación. Y cualquier político sabe que sin financiación y sin apoyo mediático, no llega a nada. Cuando digo «medios de comunicación» me refiero a gigantescas corporaciones que “crean” y distribuyen las noticias y las líneas de opinión que luego las agencias de noticias venden y distribuyen a todos los periódicos y telediarios, en cada país, conformando un mensaje bastante uniforme en el fondo. Lo que tú te tragas ya ha sido diseñado para obedecer a una narrativa concreta. Y además esta élite tiene un control cada vez mayor sobre las redes sociales: FB, TW, Instagram, Youtube… La censura que se impone en ellas no es casual o cosa de cuatro locos idealistas. Está ya diseñada desde esas altas esferas y busca diseñar a su vez la forma en que tú ves el mundo, tus opiniones y tus creencias.

Nunca se repetirá poco que esto trata de una sola cosa: «poder financiero global». Esta gran élite puede ejercer una presión demoledora sobre organismos mafiosos a gran escala como el FMI, el BCE, la Reserva Federal norteamericana o los bancos centrales de muchos países importantes… Pueden presionar para que se sigan creando de la nada billones de dólares y euros y robándote vía hiperinflación, y así tapar los pufos y la ineficacia económica de los Estados. Y no te equivoques: la izquierda y la ultraizquierda están con ellos porque los necesitan. Igual que la derecha. Los conflictos entre China y EEUU están mediados por esta élite, que cada vez gana más poder. En la era digital, su objetivo es un completo control sobre el individuo y además una esclavización económica camuflada de ese pobre individuo.

Ejemplos del control masivo: imposición más o menos cercana de una moneda digital en cada estado, controlada a su vez por estas super élites. No será un sistema de blockchain descentralizado tipo Bitcoin, sino totalmente centralizado e hiper controlado. Llevamos decenios siendo timados, desde que se abandonó el patrón oro, y el dólar va a caer en picado y si China saca una moneda digital respaldada en oro, podemos despedirnos para siempre del dólar. Esto va a ser una hecatombe. Lo más gracioso es que se echa la culpa al capitalismo, cuando han sido los super capitalistas (no los liberales económicos clásicos), aliados con los super comunistas de lugares como Venezuela o Cuba, los que lo han estropeado todo. Espero que no te tragues el cuentecito de los buenos de izquierdas y los malvados neoliberales. Las grandes élites dominan tanto a unos como a otros, y estos se dejan dominar con entusiasmo. Los mismos que lo estropearon todo lo van a «arreglar» y presentarse como tus salvadores. Todos los analistas, incluidos los globalistas más entusiastas, están de acuerdo en que viene una crisis económica global. A la par que salga la moneda digital estatal, el dinero físico va a desaparecer, pero no porque sea ineficiente como te van a decir, ni mucho menos, porque podríamos seguir durante siglos pagando con billetes o monedas físicas y no pasaría nada. Será todo digital porque así será más fácil controlarnos. Cuando ya no haya dinero físico ellos van a saber en qué te gastas hasta el último céntimo porque será imposible ocultar ninguna transacción ni movimiento, y no hablo de fraude fiscal (otra excusa que te colarán). Hablo también de compras legales. No podrás comprar ni una barra de pan ni un chicle sin que el Estado sepa dónde y cuándo lo has hecho. A los fanáticos del estatalismo esto les encantará. A mí me parece terrorífico porque esa información exhaustiva será utilizada para crear desde el poder líneas de conducta económica. Enemigos del capitalismo y su «mano invisible», preparaos, porque la antigua mano invisible va a ser una manita de bebé comparada con la garra monstruosa invisible del Estado cuando tenga una información total sobre tu vida económica. Quizás incluso puedan ponerte una cartilla por puntos para gastarlo en las cosas que sean “buenas” para ti y para la sociedad. La era de la intimidad económica terminará (salvo para ellos, claro: las élites super financieras y políticas podrán hacer lo que les salga de los genitales y tú no te enterarás de nada, y lo harán con tu dinero, robando vía impuestos y vía una inflación monstruosa, creada por ellos mismos por su enloquecida y tramposa política monetaria).

La moneda digital estatal no será como Bitcoin, una criptomoneda libre, ni como su sistema de blockchain o cadena de bloques, es decir, la auténtica economía descentralizada. El bitcoin y su concepto es y  ha sido el gran peligro para las élites porque representan la libertad del ciudadano. Nadie puede controlar el flujo de esta criptomoneda, creada por anarco economistas informáticos, hartos del robo de todos los Estados. El bitcoin pertenece solo a sus usuarios, ningún político puede crear o eliminar bitcoins, no pueden confiscártela ni hacer corralitos bancarios. El bitcoin es el oro digital porque su sistema es libre y más confiable que el dinero de los Estados, es un buen valor refugio y es el mayor banco a nivel mundial. El Bitcoin seguirá subiendo gracias a esto y mucha gente se enriquecerá en los próximos años, pero como es un peligro para las super élites porque representa la libertad monetaria, creo (y esto es opinión personal mía) que van a destrozar a impuestos a todo el que compre o venda con esta moneda para castigar a quienes quieren libertad, y que además tratarán de demonizarlos socialmente con el cuentecito de que son malvados especuladores, se enriquecen, defraudan, no contribuyen a la justicia social, etc. Llevan soltando el mantra de que el dinero y la riqueza son demoniacos durante siglos, para asegurarse de que no quieras nunca enriquecerte ni tener más libertad económica, que seas un ignorante en cuestiones económicas y por tanto 200% manipulable. Pero ellos sí conocen bien el juego del dinero, hacen trampas en él y se enriquecen a tu costa. O bien, intentarán algún tipo de ataque masivo desde el exterior para destruir la tecnología blockchain, aunque hoy por hoy eso es imposible debido a la genialidad de esa tecnología, que todos deberíamos estudiar porque sería la manera más justa y segura para una economía y una sociedad realmente libres, al margen del ansia ladrona del Estado. Por eso, creo, en algún punto del futuro intentarán destruir al bitcoin y su tecnología. Pero si en otras cosas soy pesimista, en esto no estoy tan seguro de que  lo consigan. Y aunque lo lograran, aparecerían más sistemas descentralizados, quizá mejores, que burlarían al esclavizador. La economía descentralizada y paralela a la de los Estados ha llegado para quedarse. Y demos gracias a Dios, a los dioses o a lo que sea por ello. In BTC we trust.

Viene un cambio gigantesco económico que afectará a nuestras vidas. Algunos prevén la destrucción de los pequeños empresarios y emprendedores, que a las super élites les sobran porque les molesta cualquier tipo de libertad económica; quieren a cada ciudadano con una nómina y un trabajo fijo designado por ellos, y que no se salgan de la casilla. Así pueden esquilmarte con facilidad. De hecho, ya estamos viendo la destrucción de pequeñas empresas, la aniquilación económica de pequeños negocios a los que además se les engaña con ayudas imposibles, ante la hipócrita pena del político de turno (yo creo que en realidad sienten satisfacción). Sí, sí, ya sé que soy un conspiranoico agorero, los políticos no pueden ser tan malos y sobre todo: Ellos «no se atreverán”. Ya, ya. Pues nada, sigue con el «no se atreverán», ya que son muy bondadosos, tienen mucha integridad y solo quieren ayudarte y hacerte feliz mediante leyes justas y necesarias.

También te van a prometer el viejo sueño de la renta básica universal, el timo para engatusar a quienes no saben de economía ni quieren saber. Esto equivale a decir: te echo una limosna, perrito, para que nunca aprendas a buscar por ti mismo el plato gordo, que me lo como yo, y además lo pagas tú con tus impuestos. Pero es que a la larga ese sistema de subvenciones no va a funcionar, como se ve porque ni siquiera están llegando ertes y ayudas económicas. Porque el dinero no es infinito, y para crear una renta básica universal se necesita que nadie trabaje y que el Estado produzca dinero de la nada, como el aprendiz de mago multiplica las fregonas y los cubos de agua (bueno, el Estado ya crea dinero de la nada, imprimen cada año millones de euros y dólares, pero tu dinero pierde valor con una velocidad tipo Flash y por tanto te timan). Y así, se aseguran de tener una población cada vez más pobre, débil  e ignorante, con una renta universal para la cual nadie trabaja y se crea mágicamente, pero todos calladitos y agradecidos por este inmenso timo. Pan y circo para tener mansa a la plebe… Sobre todo pan, pero pan malo, podrido, y cada vez menos. Y cuando el sistema económico colapse por falta de iniciativa privada por tener un sistema clientelar, ¿sabéis quiénes van a ser los más perjudicados? Los que no trabajen, no estudien y no hayan hecho nada por cobrar esa renta universal, porque ellos no se sabrán buscar la vida, no saben hacer nada de nada, no saben luchar ni adaptarse, no tendrán ninguna formación, habrán sido educados en la ceguera y la mudez, y cuando toquen malos tiempos de supervivencia, sobrevivirán los que hayan aprendido a sobrevivir, pero no ellos, los ninis. Aunque ya les prometerá el Estado alguna ayuda que no llegará, y así permanecen callados mientras son más pobres, como el perrito que espera el hueso del amo y nunca se lo dan.

Por supuesto, te engañarán con la excusa de subirle los impuestos «a los ricos». ¡Que paguen los ricos! ¿Pero qué ricos? Si ya hemos visto que los grandes multibillonarios como Soros o Fink son los que financian a los políticos, y además cuando hay crisis los «defensores del pobre» pierden el culo para hacer rescates millonarios a bancos y grandes empresas privadas que deberían quebrar por su mala gestión, y además los rescates se pagan con el dinero de tus impuestos. ¿Pero qué me están contando? Suben el patrimonio, sucesiones y donaciones y otros atracos estatales con la excusa de que paguen los ricos, y mientras te suben IVA, impuestos a los carburantes, penalizan la ganancia por inversiones, suben la Seguridad Social, te retrasan la paga de jubilación que es legalmente tuya, te pagan menos prestaciones, aumentan la deuda pública que tú y tus hijos (si los tienes) vais a pagar vía empobrecimiento, devalúan tu moneda y te roban con inflación, gestionan de pena y derrochan multiplicando el número de asesores enchufados con sueldos increíbles (que ocultan y blindan para que tú no los puedas ver), llevando un estilo de vida millonario (chalés y mansiones de lujo pagadas con préstamos hipotecarios que ningún banco te concederá jamás a ti, yendo de vacaciones en aviones de lujo, coches oficiales, subidas de sueldo, dietas monstruosas, comilonas en los restaurantes más caros, pagas vitalicias, etc.). Pero luego te pasan por los morros la bandera de España, la estelada, la ideología, la justicia social, la ecología, las identidades raciales y sexuales, que paguen los ricos y cuatro o cinco zanahorias muy bonitas, y tú a tirar del carro de los «nuevos ricos», los políticos.

Y otra gran estrategia para implantar un 1984 tecnológico es la GRAN EXCUSA VERDE. Este será la droguita que te van a dar para que te tranquilices mientras te roban vía impuestos e hiperinflación, te empobrecen y te quitan libertades día tras día. No te preocupes, que tú estarás jodido, pero todo será por el bien del planeta. A partir de ahora las megacorporaciones, los gobiernos, todos los poderes se vuelven ecologistas, veganos y animalistas de golpe. Yo llevo siendo 15 años ecologista, vegano y animalista, sé lo del Estudio de China y que una de las industrias más contaminantes del planeta es la industria cárnica. Y mucho más. Y os puedo decir que a estas super élites la sostenibilidad y el planeta les importa esto: cero. Pero será el mantra que van a soltar mientras siguen contaminando a lo bestia y a todo trapo y montan su chiringuito mundial. Van a ponerle a todo etiquetas pijas del tipo: Inversiones responsables, Sostenibilidad, Planificación Ecológica, etc. Y el que ose preguntar será un contaminador maltratador del planeta y violador de Gaia que debe ser callado por negacionista. Pero esto es humo, propaganda. Los impulsores de todo esto son los mismos que llevan contaminando a lo bestia durante decenios y que No Han Hecho Nada para cambiarlo. ¿Y lo van a hacer ahora? Pero te van a decir a ti que sí debes pagar más impuestos y tener menos libertades, para que todo sea más verde.

A la pérdida radical de libertad económica se sumará la pérdida de libertad de expresión (y la consiguiente pérdida de libertad intelectual). La historia demuestra que la pérdida de libertad económica y la de expresión son complementarias y no existen una sin la otra. Aquí encaja el sistema dual de miedo/culpabilidad que inoculan masivamente a través de un sistema de identidades sexuales y raciales enfrentadas (todo eso que comenté arriba). Osar criticar ese sistema es el tabú social y no debes ni siquiera pensar en ello. Para que seamos muy manipulables y vayamos hacia una sociedad tipo 1984 debemos estar desunidos, desorientados, confusos y asustadísimos no del poder, sino de nuestros semejantes. Y así el poder que primero nos ha separado luego nos defenderá del vecino de piel o sexo diferentes, en un ciclo sin fin. Y ahí encaja, repito, este tipo de censura políticamente correcta, que obedece a unos planteamientos de manipulación globalista, en el fondo económicos.

Lo fundamental, y esto es lo más importante de entender, es que debe haber una pérdida continua de libertades individuales, en todos los campos. No hace falta que sepas mucho de economía o política. Solo mira alrededor y piensa si ahora tienes más libertad económica y de expresión que hace cinco o diez años. Si cada vez puedes decir menos cosas y cuidar más tu lenguaje y expresiones para «no ofender», si lo que antes decías ahora no es correcto y te lo callas por miedo al qué dirán, si puedes o no moverte menos, viajar menos e invertir menos, o te censuran más en redes sociales, o que haya más advertencias en libros y películas, o incluso que esas películas ahora se tapen o prohíban… Si ves eso, es que el 1984 orwelliano avanza poco a poco.  Y después mira alrededor y observa si las élites políticas de tu país viven mejor o peor, si tienen mejores casas, mejores coches, se suben o no el sueldo, son juzgados igual que tú, pueden mentir con impunidad, no cumplen lo que prometen, etc. Esta es la auténtica desigualdad, no la de ricos y pobres que te venden: la desigualdad entre la nobleza feudal política y la plebe servil de las clases medias. Esta comparativa es la prueba del algodón y es algo que puedes contemplar por ti mismo.

Y todo este crimen global contra tu libertad necesita las coartadas de la justicia social, eliminación de desigualdades, de la pobreza, que haya más tolerancia, cuidar tu salud, que seamos más inclusivos, sostenibilidad ecológica, etc. Mierda pura y dura, paparruchas, mentira. Esto es control físico y mental del individuo. Esto es Orwell y Bradbury y Huxley pero con esteroides. Ahora tienen la tecnología (internet) y lo que siempre han intentado hacer a nivel Estado, van a intentar hacerlo ahora a nivel global.

Se pretende que cada vez seas más yonqui de las redes sociales. Que salgas menos de tu casa, tu barrio o tu ciudad. Que tus relaciones sociales cada vez sean menos en carne y hueso, que te comuniques vía pantalla, que no te relaciones físicamente con la gente, que no vayas al bar o la discoteca (¿crees que es casual el mazazo al ocio nocturno con la excusa de un virus vampírico que ataca más por la noche?), que hagas exhibición de tu vida privada en instagram o FB, que tu autoestima quede validada no por tus éxitos reales, sino por los likes que recibes al hacerte un nuevo selfie. Salir, hablar con la gente, relacionarte como siempre hicieron tus padres y abuelos… Se quiere acabar con ello. Todos conectados a internet, todo el día, redes sociales a saco, por vena, chute de likes, personas cada vez más tímidas y apocadas en el trato en vivo con la gente, que prefieren el wasap para hablar con el novio o la novia. La religión, la espiritualidad y el desarrollo filosófico e intelectual, la educación económica, todo eso sobra. Lo odian. Odian a muerte que tú crezcas como persona en distintas dimensiones. Le tienen pánico a que tú abras un libro de filosofía. Pregúntate por qué han suprimido la filosofía en muchos planes de estudio. Además, todo lo que te ofenda será malo y será erradicado para que seas más y más débil y quebradizo. El esfuerzo, la disciplina, la superación, la fortaleza, la conquista de objetivos, el crecimiento, el enriquecimiento… Todo eso quedará mal visto, será cosa de viejos fachas y gente cutre, de hecho eso “ofenderá” a los débiles (en muchos colegios, en los juegos de los niños “nadie gana” para no ofender al que pierde: manipulación desde la infancia). De este modo la gente será cada vez más ñoña, llorica, victimista, y más controlable y manipulable. Y dependiente del poder.

Cuidado: internet no es por sí mismo malo. Es solo una herramienta, igual que el dinero. De hecho, internet creo que es bueno en el fondo porque permite un volumen de información increíble, y además ni el Estado ni las grandes élites pueden controlar por completo internet (aunque se esfuerzan). Pero la adicción a internet sí es peligrosa, y ahí es donde te quieren meter. Es necesario en nuestras vidas y nos puede ayudar a ser más libres. Pero también puede ser el yugo al que nos aten para tirar del arado. Internet es como una pistola: si apuntas bien das en la diana. Si la coges al revés y aprietas el gatillo te disparas en la cabeza.

Las élites ya ni siquiera lo ocultan. Lo llaman “El Gran Reseteo” (The great reset) y directamente lo anuncian en la página web del World Economic Forum. Léelo aquí: https://es.weforum.org/agenda/archive/the-great-reset/. Esta casa de putas de alto standing sirve para hacer un lavado de cara a los mastodontes neoliberales para llevar a cabo sus planes. Te lo pintan como utopía maravillosa, pero no existen las utopías, solo las distopías. Yo creo en el libre mercado y el capitalismo mediado por un Estado que controle los monopolios y permita la libertad. El problema es que ahora tenemos lo contrario: una hipermega élite financiera que controla al Estado para implantar un monopolio global. Esto no es el libre mercado imprescindible para nuestro desarrollo personal y social, sino una  abominación en la que un puñado de corporaciones y supermillonarios van a parasitar a toda nuestra especie en todo el planeta, con gobiernos sicarios en cada país y nación.

Un gobierno diseñado y centralizado con mano férrea por tecnócratas y funcionarios solo conduce a la tiranía y la catástrofe y la falta de libertad, como bien enseñaron la Unión Soviética o el nazismo. Un puñado de “sabios” o “expertos” no pueden ni siquiera a empezar a diseñar todos los aspectos económicos y personales de la gente. Es demasiado complejo, y por ello tiene que surgir de la propia sociedad, espontáneamente, desde dentro, a través de un proceso de ensayo y error continuo, por el que se va avanzando poco a poco. No hay otro modo. Una economía y sociedad teledirigidas acaban en desastre y en película de horror. Ya tenemos muchas mafias del tipo OMS, la ONU, el FMI y ahora el World Economic Forum… Yo os puedo contar mil milongas, hablar de los chakras, la cirugía astral y la fantasía heroica y los dragones y unicornios. Esto es lo mismo: milongas económicas y sociales a gran escala para convencer a los bienintencionados y tragahumos. La humanidad camina de forma problemática, dando traspiés, aprendiendo y cayendo, y volviendo a errar, y levantándose. Porque eso es ser libre. No hay otro modo. Cuando se intenta controlar a las masas por completo acabamos en la mayor de las pesadillas. Orwell lo definió en 1984. Se necesita sacrificar la independencia y la libertad personales, matarlas, y se necesita un grado de coerción gigantesco, una represión brutales, para obtener una “igualdad” para todos, que además es imposible. Ya no podemos hablar de conspiraciones. Esta gente se ha quitado la careta y sabe que debe tomar el control cuanto antes porque si la gente empieza a despertar quizá no les salga tan bien el experimento y el megachollo que se quieren montar. A algunos todo esto les sonará a gloria. A otros, a puro infierno. Pero tengan en cuenta una cosa: el concepto de “reseteo” exige un cambio radical, no progresivo, y requiere el borrado de toda la memoria del ordenador. ¿Te has preguntado qué van a borrar de tu vida y cómo lo van a hacer? A mí no me interesa el fin, sino los medios. Y los medios de cualquier reseteo exigen un ataque brutal al sistema y una eliminación de mucha información y de sus partes integrantes. Esto da miedo, al menos a los que creemos en la libertad de elección del ser humano.

Y todo esto por una fotito censurada en FB… Pero es un granito de hielo del iceberg en el que ahora estamos. Debe tenerse una visión panorámica y amplia para que encaje en su sitio.

Y ahora… ¿qué podemos hacer los que queremos seguir manteniendo cierto grado de libertad y no vivir en una sumisión absoluta a tecnócratas financieros, con un afán desmedido de poder mundial? A nivel externo y macro, creo que todo está perdido. Van a hacerlo y lo van a hacer cuanto antes. Ya lo están haciendo. El COVID les ha venido fenomenal, es un experimento de ratas en todos los países. El único camino es el interior. Los del Gran Reseteo no quieren que te desarrolles filosófica y espiritualmente. No quieren que busques un sentido a esta vida, salvo el que ellos te van a dar en el plato de comida para perros. Por tanto es necesario leer, leer y leer. Leer libros de filosofía, de religión, de temas trascendentales, libros que liberen la mente, que desafíen lo que ahora conoces. Es necesario depender cada vez menos de internet en las relaciones, salir a la calle, pasear, hablar con la gente, con el panadero, el carpintero, el vecino, cultivar relaciones reales, no virtuales, tomar cañas con los amigos, dejar de ser tímido, ligar, etc. Toda esa vida “real” de nuestros padres y abuelos, es necesario que la potencies. Relaciones humanas de calidad, no la cosa patética de las redes sociales, que tienen su función, por supuesto, pero no deben suplantar la relación cara a cara con las personas. Cuestionarlo todo, criticarlo todo, y cada vez que te prometan algo bueno, preguntar… vale, ¿y qué me va a costar eso y cómo voy a pagarlo? Y además, ¿tú qué sacas de ello? Deben saltar tus alarmas cuando un político o empresario empiece a hablar de justicia social, identidades sexuales y raciales, opresores y oprimidos, sostenibilidad, inclusividad, igualdad, ayuda a los pobres, ecología, que paguen los ricos, el dinero y la riqueza es algo maligno, etc. Meditar, desarrollarse espiritualmente, buscar algo trascendental, pensar en la muerte y en la vida, en los grandes misterios, buscar un sentido a tu vida, algo que le dé significado. Porque quieren mantenerte en la mediocridad. Aprender sobre economía y finanzas sobre todo para proteger tu dinero y lo que ahora tienes, porque van a intentar robarte todo, sin que te des cuenta, y darte a cambio una limosna pintada con colorines. Cuanto más te paraísos te prometan, más pobre vas a ser. Aprender sobre los mercados y los mecanismos del dinero, aunque sin hacer locuras y no hipotecando la casa para invertir en cada nueva idea. Incrementar tu educación financiera para que no estés ciego, sordo y mudo. Ver películas y leer novelas antiguas, las que no pasan el filtro de la corrección política. Aprender sobre el pasado. Y sobre todo, pensar que solo dependes de ti mismo, que ningún político ni Estado te va a salvar el culo, porque lo que harán con tu culo será otra cosa muy distinta. Ser lo más autosuficiente posible, creer en la independencia y en tu individualismo, tratar de dominar al máximo las posibilidades de trabajo de internet, para que puedas incluso largarte de un país si el Estado te esquilma y seguir ganándote la vida en cualquier otro lugar de la Tierra, donde haya más libertad. Romper los límites de tu mente, disciplinarte físicamente, endurecerte, viajar, hablar con las personas, no tener miedo a hacer el ridículo, expresar tus ideas ni a caer mal. Disfrutar del arte y la cultura clásicos. Saber que eres más poderoso de lo que crees, más duro e inteligente, que eres el resultado de millones de años de selección natural. Tus ancestros fueron los que sobrevivieron, los aptos, los mejores. Cree en tu potencial evolutivo porque eres capaz de conseguir cosas increíbles si rompes un adoctrinamiento victimizador. Enfrentarte a tus miedos personales y no rendirte nunca en la búsqueda de tus propios objetivos. En definitiva, crecer como persona.

Tal vez así, la ola (o tsunami) que venga no te arrastrará por completo y puedas surfearla mientras ves cómo el resto se ahogan y hunden. Y a pesar de todo, tratar de ser feliz contigo mismo y con los tuyos, con relaciones en carne y hueso y de calidad.

Como dije al principio: no me creas. No te creas nada de lo que te he dicho. Puede que sea un exagerado y que esté errado. Ojalá sea así, de verdad que deseo estar muy equivocado. Pero lo dudo. Investiga, sopesa y toma tus propias decisiones. Simplemente te ofrezco mi visión, tú debes desarrollar la tuya. Pero la debes desarrollar tú, nadie más. Espero que al menos, ahora, cuando veas esos letreritos en FB y otras redes sobre censura por fomentar el odio y cosas por el estilo, entiendas un poco mejor de dónde sale y puedas empezar a leer entre líneas.

Andrés Díaz Sánchez

 

 

4 Comentarios
  • José Luis Castaño Restrepo
    Publicado a las 16:49h, 15 diciembre Responder

    Leer es el antídoto para toda esta porquería que no rodea. y alejarse de las televisión y los nocivos telediarios.

  • Andrés Díaz Sánchez
    Publicado a las 08:11h, 16 diciembre Responder

    Efectivamente, José Luis, es necesario desintoxicarse del adoctrinamiento en los medios de comunicación masivos, y para eso es importante leer libros de calidad y que expandan la mente. Muchas gracias por tu comentario.

  • Crisagón
    Publicado a las 20:41h, 20 diciembre Responder

    Pues en ciertas cosas te doy la razón y en otras estoy muy en desacuerdo. Me cuesta mucho creer en la alianza entre millonarios y comunistas de la que hablas —siempre me ha parecido una fantasía de la pequeña burguesía occidental que se ve perjudicada por varios aspectos de la Globalización— o que el Sistema reprima el individualismo —individualismo no es lo mismo que espíritu crítico—, además de otros temas.. Pero entiendo que este no es un blog adecuado para el debate político.

    Me gustaría preguntarte si está próxima la aparición de una nueva entrega de las aventuras de Skarrion Gunthar.
    Un saludo.

    • Andrés Díaz Sánchez
      Publicado a las 23:16h, 20 diciembre Responder

      Hola, Crisagón, muchas gracias por tu comentario.

      Efectivamente, cada uno puede tener su opinión y es lógico que no coincidamos en determinadas cuestiones de fondo. En lo que creo que no hay duda es en la asfixiante ola de censura que hay en las redes sociales, y en general contra la creatividad y la libertad de expresión en las artes y otros ámbitos, a cuenta de la corrección política, que pretende en el fondo un adoctrinamiento respecto a los valores que quieren imponernos ciertas élites intelectuales, las impulsoras del pensamiento políticamente correcto. Cada vez más, los autores y en general el común de las personas tienen menos libertad para dar su opinión sobre temas controvertidos en esta sociedad, si se salen de la línea políticamente correcta, y en este caso pueden ser censurados, como ocurre en redes sociales tipo FB (como me ocurrió a mí, tal y como comento en el artículo, por una foto de una película para la cual además no se mira el contexto, solo se cercena y se reprime, y punto final). Sobre otras cuestiones más de fondo, políticas o económicas, como digo es lógico que las personas estemos en desacuerdo, eso es sano porque no podemos pensar todos por igual y es bueno que cada cual dé su opinión y nos escuchemos. Precisamente eso es lo que no quieren los censores.

      Sobre Skarrion Gunthar, por ahora no estoy trabajando en este personaje, pero va a volver, eso seguro. No obstante, puedes encontrar un tipo de aventura y tono épico muy similar en otro personaje mío, Argar, el HIjo del Demonio, del cual en Amazon puedes encontrar dos libros. Y perdona por la autopromoción. Muchas gracias por tu interés en mi turbulento hijo literario.

      Un abrazo.

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